
Hefesto era bastante feo, lisiado y cojo. Incluso se dice que,al nacer, Hera lo vio tan feo que lo tiro del Olimpo. Tanto es así, que caminaba con la ayuda de un palo y en algunas vasijas pintadas sus pies aparecen a veces del revés. En el arte, se le representa cojo, sudoroso, con la barba desaliñada y el pecho descubierto, inclinado sobre su yunque, a menudo trabajando en su fragua. La apariencia física de Hefesto indica arsenicosis, es decir, envenenamiento crónico por arsénico que provoca cojera y cáncer de piel. El arsénico se añadía al bronce para endurecerlo y la mayoría de los herreros de la Edad de Bronce habrían padecido esta enfermedad.
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